Quieren que la ordenanza imite a la de Bilbao e incluya una prohibición expresa del botellón
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REDACCIÓN • SANTIAGO
Desde que se aprobó la ordenanza de ruidos "no se ha puesto ni una sola multa por gritar en la calle", del mismo modo que la Ordenanza de Convivencia, que ahora se va a modificar, no ha supuesto "ni una sanción por el consumo de bebidas alcohólicas en la calle", según la concejala del Partido Popular Paula Prado. Aunque sí se han impuesto sanciones por orinar en la vía pública, la ausencia de castigos por las dos primeras actividades prohibidas por las ordenanzas revela "falta de voluntad política de hacer cumplir la normativa".
La edil presentará una enmienda a la reforma de la Ordenanza de Convivencia, siguiendo "el ejemplo de la de Bilbao". De hecho, en la ordenanza compostelana "queda muy difuso qué es lo que se puede sancionar como consumo de alcohol en la vía pública", ya que sólo alude a aquellas concentraciones que "alteren gravemente la convivencia ciudadana". Esta expresión está sujeta a interpretaciones diferentes, por lo que el PP pedirá que, aprovechando la reforma del artículo 67, se modifique también el 67.1, y así "prohibir la práctica del botellón", como ya se ha hecho en Bilbao.
Según la concejala popular, "tiene que haber un criterio más objetivo y perfectamente entendible", para que no tenga que ser un concejal o un agente de la Policía Local quien decida qué botellones "alteran gravemente la convivencia".
En cualquier caso, el PP considera que "normativa hay toda la que queramos aplicar", lo que hace falta es "voluntad política" para hacerlo. "Hemos tenido que esperar año y medio, enredando con un foro cívico, para que modifiquen este punto y luego no lo apliquen", augura la edil, y recuerda que la ordenanza "ya la vendieron en su día como antibotellón".
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Desde que se aprobó la ordenanza de ruidos "no se ha puesto ni una sola multa por gritar en la calle", del mismo modo que la Ordenanza de Convivencia, que ahora se va a modificar, no ha supuesto "ni una sanción por el consumo de bebidas alcohólicas en la calle", según la concejala del Partido Popular Paula Prado. Aunque sí se han impuesto sanciones por orinar en la vía pública, la ausencia de castigos por las dos primeras actividades prohibidas por las ordenanzas revela "falta de voluntad política de hacer cumplir la normativa".
La edil presentará una enmienda a la reforma de la Ordenanza de Convivencia, siguiendo "el ejemplo de la de Bilbao". De hecho, en la ordenanza compostelana "queda muy difuso qué es lo que se puede sancionar como consumo de alcohol en la vía pública", ya que sólo alude a aquellas concentraciones que "alteren gravemente la convivencia ciudadana". Esta expresión está sujeta a interpretaciones diferentes, por lo que el PP pedirá que, aprovechando la reforma del artículo 67, se modifique también el 67.1, y así "prohibir la práctica del botellón", como ya se ha hecho en Bilbao.
Según la concejala popular, "tiene que haber un criterio más objetivo y perfectamente entendible", para que no tenga que ser un concejal o un agente de la Policía Local quien decida qué botellones "alteran gravemente la convivencia".
En cualquier caso, el PP considera que "normativa hay toda la que queramos aplicar", lo que hace falta es "voluntad política" para hacerlo. "Hemos tenido que esperar año y medio, enredando con un foro cívico, para que modifiquen este punto y luego no lo apliquen", augura la edil, y recuerda que la ordenanza "ya la vendieron en su día como antibotellón".