El Partido Popular solicitó ayer la convocatoria de un pleno extraordinario para que el gobierno municipal exponga sus estrategias, objetivos, programas y recursos en política social. La oposición quiere conocer qué se ha hecho y se proyecta para el futuro en el área en la que Bugallo centró parte de su último discurso de investidura, hasta calificar a esta legislatura como la de las políticas sociales.
Lejos de esa proyección del regidor, el PP observa que este no solo no está siendo el mandato de las políticas sociales, sino que «es el del desmantelamiento de los servicios sociales». La responsable popular del seguimiento de la gestión del gobierno en este campo, Paula Prado, pone el cierre de la Casa de Acollida como ejemplo, así como la cifra de solicitudes resueltas entre las formuladas por la Ley de Dependencia. «Solo 11», dice, a lo largo del 2007 y 2008.
La concejala afirma que generar «falsas expectativas» en el campo de la asistencia social «nos parece una burla de mal gusto», porque «una cosa es no alcanzar los objetivos propuestos, y otra no hacer nada». Entiende que la «credibilidad del alcalde» ha quedado cuestionada ante la «manifiesta falta de pulso del área social» y dice que lo más innovador en este mandato ha sido la puesta en marcha de un servicio de pedicura, manicura y peluquería a domicilio para personas mayores, lo que para Prado «solo es maquillaje» por parte del gobierno local, cuya política social «parece inspirada en la célebre señorita Pepis».
La edil cree inadmisible esta situación ante la crisis actual, que «hará aumentar el número de personas solicitantes de las prestaciones sociales» del Ayuntamiento.
Lejos de esa proyección del regidor, el PP observa que este no solo no está siendo el mandato de las políticas sociales, sino que «es el del desmantelamiento de los servicios sociales». La responsable popular del seguimiento de la gestión del gobierno en este campo, Paula Prado, pone el cierre de la Casa de Acollida como ejemplo, así como la cifra de solicitudes resueltas entre las formuladas por la Ley de Dependencia. «Solo 11», dice, a lo largo del 2007 y 2008.
La concejala afirma que generar «falsas expectativas» en el campo de la asistencia social «nos parece una burla de mal gusto», porque «una cosa es no alcanzar los objetivos propuestos, y otra no hacer nada». Entiende que la «credibilidad del alcalde» ha quedado cuestionada ante la «manifiesta falta de pulso del área social» y dice que lo más innovador en este mandato ha sido la puesta en marcha de un servicio de pedicura, manicura y peluquería a domicilio para personas mayores, lo que para Prado «solo es maquillaje» por parte del gobierno local, cuya política social «parece inspirada en la célebre señorita Pepis».
La edil cree inadmisible esta situación ante la crisis actual, que «hará aumentar el número de personas solicitantes de las prestaciones sociales» del Ayuntamiento.