La oposición dice que el área social carece de dirección y cuestiona el plan presentado por el gobierno local
El Ayuntamiento aparcará de momento la creación del Instituto de Benestar Social, uno de los proyectos estrella del PSOE para este mandato y sobre el que habría de recaer la reorganización de los servicios sociales para hacerlos más flexibles a las necesidades de los demandantes de sus prestaciones. Su creación era una de las prioridades del departamento que dirige la socialista Mar Martín, pero ni se menciona en el Plan Municipal de Benestar Social que la edila presentó anteayer para orientar las políticas del Concello en esa área hasta el 2013, a mediados de la próxima legislatura.
Según Martín, el instituto es «una herramienta, no la finalidad, para agilizar la gestión de los servicios sociales», y en tiempo de crisis es prescindible. Aunque defiende que proporcionaría una estructura operativa más dinámica, sostiene que ahora mismo no es una prioridad a corto plazo, frente a la necesidad de mejorar los recursos de base. No renuncia a él en el futuro, «pero podremos sobrevivir unos años más hasta ver cómo va evolucionando esto», afirma, aunque precisando que ello no quita para «que no vayamos modernizando» el servicio, que se está reestructurando ya.
Los socialistas han presentado el Plan de Benestar como la guía para la mejora de los servicios sociales a través de una atención integral y transversal, apoyada en un mayor esfuerzo económico, aunque la oposición ya le puso su primer pero: «No se va a adquirir ningún compromiso plenario con él», dijo ayer Paula Prado en el pleno convocado a petición del PP para abordar precisamente la situación de los servicios sociales y en el que Mar Martín obvió el aplazamiento de la creación del citado instituto, al que no se refirió pese a que la oposición se interesó expresamente por él, después de que el PSOE lo anunciase como «la panacea o la tierra de promisión».
En una dura intervención, Prado indicó que más que el mandato de los servicios sociales, como recordó que había definido el alcalde esta legislatura, «es el de su desmantelamiento», dijo ante la desaparición de la Casa de Acollida, la falta de un plan de igualdad y la reducción del presupuesto para Muller en un 35%. La popular sostiene que «falta dirección e interés» en el área social, también del alcalde, a quien reprochó «generar expectativas» entre los colectivos más necesitados. Después de año y medio de mandato «se podría tomar como una burla» su anuncio sobre el protagonismo que tendrían los servicios sociales en este gobierno, apuntó Prado, quien sostiene que el Plan de Benestar vale para que los ciudadanos «sepan a qué atenerse y lo que pueden esperar del Concello. «Solo pueden confiar en la sociedad civil, en las entidades sociales».
El BNG apuntó que la preocupación por los servicios sociales no es exclusiva del PP y que su grupo apuesta por la atención pero también por medidas preventivas para evitar las situaciones de vulnerabilidad y enumeró las acciones en distintos campos para mejorar la calidad de vida de los compostelanos, como la creación de residencias de la tercera edad. Por el PSOE, Mar Martín se apoyó en los datos de la memoria del servicio y en el Plan de Benestar para rebatir la visión del PP y justificó el cierre de la Casa de Acollida como la transición hacia un modelo de atención más adecuada a sus potenciales usuarias. Igualmente vinculó la reducción del presupuesto para Muller a ese cierre, pero apuntó que la dedicación presupuestaria al área social creció un 13%.