Los representantes sindicales del parque de Bomberos de Santiago mantuvieron ayer una reunión con dos concejales del PP, Ángel Espadas y Paula Prado, para exponerles los problemas de personal que repercuten gravemente en la seguridad tanto de los propios bomberos como de las personas que puedan precisar de sus servicios.
Los portavoces de los sindicatos con representación en el parque llamaron la atención especialmente de la situación del cuadro de personal, que actualmente tiene 73 bomberos. Los portavoces explicaron que el personal está repartido en cinco turnos, con un número desigual en cada uno que oscila entre los trece y cinco bomberos, pero debido a las bajas médicas, vacaciones y días libres los turnos suelen tener once bomberos con excepción del cuarto turno en el que solo hay cinco; e, incluso cuatro en algunas ocasiones. Este turno estará de guardia el próximo lunes durante 24 horas seguidas.
Aunque el parque de bomberos de Santiago carece de un protocolo de actuación y como único reglamento de funcionamiento tienen un texto de 1948, los funcionarios indican que, de acuerdo con las normas de seguridad, a un incendio deberían acudir ocho bomberos y a un accidente de tráfico, cinco. Por tanto, los bomberos denunciaron que, ni siquiera en los mejores días del parque, se podrían atender dos servicios al mismo tiempo e, incluso, dependiendo de la magnitud del siniestro tampoco podría atenderse adecuadamente uno.
A la hora de organizar el trabajo tampoco hay un criterio único, según denunciaron los representantes sindicales. Cada turno funciona independientemente, lo que provoca malestar entre los bomberos. Así, mientras en un turno se garantiza que a un siniestro van cinco bomberos, en otro solo van dos, lo que repercute en la seguridad de los trabajadores y de las personas afectadas por el suceso.
Los portavoces indicaron que tampoco hay nada escrito sobre el protocolo a seguir en caso de emergencia, ya que en ningún documento se explica a qué turno o a qué grupo de bomberos se tendría que llamar para una urgencia. Los bomberos aseguran que el parque solo funciona por el sentido común de los propios trabajadores.
De acuerdo con los representantes sindicales, la situación del personal aún empeorará más a partir del próximo año cuando cuatro o cinco bomberos alcancen la edad de jubilación, entre ellos el jefe del parque, que tiene prevista su jubilación para el próximo verano.
Otro problema que tampoco tiene solución a la vista es la carencia de mandos en los turnos. Los sindicalistas comentaron que suele ser habitual que los servicios se atiendan sin un mando al cargo, es decir, que los bomberos asumen la responsabilidad de organizar un rescate o sofocar un incendio sin contar con un mando que se ocupe de ese trabajo.
Todas las quejas de los bomberos, a las que se sumaron las deficiencias del propio cuartel, fueron puestas en conocimiento de los dos concejales. Ambos propusieron a los bomberos la elaboración de una serie de preguntas que serán presentadas en el Concello para que la concejala de Seguridade conteste por escrito. Asimismo, el PP podría presentar una moción sobre el estado y el funcionamiento deficitario del parque de bomberos.
Los portavoces de los sindicatos con representación en el parque llamaron la atención especialmente de la situación del cuadro de personal, que actualmente tiene 73 bomberos. Los portavoces explicaron que el personal está repartido en cinco turnos, con un número desigual en cada uno que oscila entre los trece y cinco bomberos, pero debido a las bajas médicas, vacaciones y días libres los turnos suelen tener once bomberos con excepción del cuarto turno en el que solo hay cinco; e, incluso cuatro en algunas ocasiones. Este turno estará de guardia el próximo lunes durante 24 horas seguidas.
Aunque el parque de bomberos de Santiago carece de un protocolo de actuación y como único reglamento de funcionamiento tienen un texto de 1948, los funcionarios indican que, de acuerdo con las normas de seguridad, a un incendio deberían acudir ocho bomberos y a un accidente de tráfico, cinco. Por tanto, los bomberos denunciaron que, ni siquiera en los mejores días del parque, se podrían atender dos servicios al mismo tiempo e, incluso, dependiendo de la magnitud del siniestro tampoco podría atenderse adecuadamente uno.
A la hora de organizar el trabajo tampoco hay un criterio único, según denunciaron los representantes sindicales. Cada turno funciona independientemente, lo que provoca malestar entre los bomberos. Así, mientras en un turno se garantiza que a un siniestro van cinco bomberos, en otro solo van dos, lo que repercute en la seguridad de los trabajadores y de las personas afectadas por el suceso.
Los portavoces indicaron que tampoco hay nada escrito sobre el protocolo a seguir en caso de emergencia, ya que en ningún documento se explica a qué turno o a qué grupo de bomberos se tendría que llamar para una urgencia. Los bomberos aseguran que el parque solo funciona por el sentido común de los propios trabajadores.
De acuerdo con los representantes sindicales, la situación del personal aún empeorará más a partir del próximo año cuando cuatro o cinco bomberos alcancen la edad de jubilación, entre ellos el jefe del parque, que tiene prevista su jubilación para el próximo verano.
Otro problema que tampoco tiene solución a la vista es la carencia de mandos en los turnos. Los sindicalistas comentaron que suele ser habitual que los servicios se atiendan sin un mando al cargo, es decir, que los bomberos asumen la responsabilidad de organizar un rescate o sofocar un incendio sin contar con un mando que se ocupe de ese trabajo.
Todas las quejas de los bomberos, a las que se sumaron las deficiencias del propio cuartel, fueron puestas en conocimiento de los dos concejales. Ambos propusieron a los bomberos la elaboración de una serie de preguntas que serán presentadas en el Concello para que la concejala de Seguridade conteste por escrito. Asimismo, el PP podría presentar una moción sobre el estado y el funcionamiento deficitario del parque de bomberos.